Una vez que salimos del mundo del juego gratuito, con una gran experiencia en nuestra espalda y muchas partidas de tragaperras recorridas en el camino, se plantea otro inconveniente. Más que inconveniente, podemos decir una duda, un momento de indefinición, la cual nos pareció a todos los jugadores a la hora de pasar de lo gratuito al real sentimiento de las tragaperras: el dilema de las apuestas.

Allí, debemos tener en claro que esta es la gran atracción de las tragaperras y que estaremos entrando en una dimensión totalmente desconocida, pero nueva y hermosa. Veamos: lasapuestas nos pueden entregar alguna decepción, pero las alegrías siempre priman y nos veremos contentos, llenos de dinero.

Para saber cuánto apostar, eso lo irá diciendo el tiempo. Lo ideal es empezar con pequeñas cantidades, para ir tomando confianza. Claro que si vemos que la suerte nos acompaña, no hay que tener miedo a subir las apuestas. Así el rédito será mucho mayor.